Hola.
Si alguien está leyendo esto, significa que aún queda esperanza. O quizás estás buscando algo de comer y nada ha cambiado. Hola, de todos modos.
Estoy arriesgando mi esperanza y mi sanidad por escribir esto. La mera idea de escribir algo que nunca será leído es aterrador. Pensar que mis palabras y mis ideas ahora están desviándose a la nada, gastándose y esperando a simplemente desaparecer. Pero me gustaría pensar que alguien leerá esto algún día. Después de todo, dijeron que todos estarían muertos ahora.
Ya es ahora, y sigo respirando.
A veces pienso que seria más fácil solo hacer que el momento viniera. El día en que moriré. Parece que mi muerte se acerca pronto. ¿Por qué no puedo acelerar el proceso?
Es simple. Soy un hombre curioso. Y sí se los advertí. Nosotros destruimos este mundo y quiero ver tanto como pueda antes de que termine.
Déjame decirte, extraño, que cada miserable centímetro de tierra inexistente solía ser un lugar feliz. Había árboles y había animales. Podías nadar en el mar y en el río. Incluso teníamos estas ridículas piscinas llenas de agua con cloro esperando a que nos sumergiéramos en ella.
Habían cosas que siempre tomamos por seguras -cosas como agua, comida, paz, y un techo bajo el cual dormir- incluso si estábamos conscientes de la necesidad de preservarlo. Sí, sigamos llenando piscinas. Estoy seguro de que nadie necesitará esta agua.
Error.
En nuestro mejor momento, cuando pensamos que podíamos hacer que pasara cualquier cosa, fuimos lo suficientemente estúpidos para pensar que podíamos prevenir cualquier tipo de amenaza a la vida en la Tierra a tiempo. Cada doctor, cada reino y cada gobierno estaba buscando un destello de peligro. Era casi como si quisieran que algo sucediera. Usamos recursos e hicimos investigaciones. Gastamos nuestra tierra al intentar salvarla.
No nos dimos cuenta de que éramos nuestra amenaza más grande. No todos.
Yo lo noté. Algunas personas lo hicieron. Personas con suficiente cerebro funcionando para ver lo mal que iban las cosas. Podíamos ver la contaminación, las muertes, las guerras y la corrupción. Nos dijeron locos. Nos dijeron imaginativos. Nos dijeron delirantes. Nunca nos creyeron.
Y al final tuvimos razón.
En algún punto del camino, nuestra carrera a la supervivencia y nuestro amor a la naturaleza se convirtió en una carrera por vivir con lujos antes de que el mundo terminara, solo usando a la naturaleza como una transacción y no como nuestra mayor prioridad.
En algún punto del camino, nos rendimos. Decidimos que era demasiado tarde para cambiar algo. Había demasiado daño, demasiado peligro, demasiados problemas y muy poco tiempo para solucionarlo.
El calor aumentó, al igual que las peleas. Cuando nuestros líderes nos traicionaron, cuando dejaron de fingir que ayudaban, la masacre comenzó. Nosotros, desesperados y hambrientos por la vida, comenzamos nuestra propia destrucción para durar un par de días más, un par de meses más, o un par de años mas.
Como era de esperarse, solo las personas racionales y las personas ricas lograron vivir más. Los ricos contaban con suficiente dinero y fuentes reservadas para sobrevivir cómodamente. La gente racional podía contar con mantener la calma incluso cuando no habían comido en días. Entonces podían parar por un minuto y pensar en qué hacer a continuación.
Fue una selección larga y dolorosa. Los mejores sobrevivirían, sentirían esperanza, solo para ser destrozados cuando se daban cuenta de la verdad.
Esta ya no era una crisis. Esta era la vida ahora. No había un "volver a la normalidad". No había una recuperación. Podías lidiar con ello o podías rendirte. Podías elegir cualquier camino. Considerando que siguieras vivo para notarlo.
Y así, mi amigo, es como llegamos a esto. Es por eso que estás tropezando entre suciedad y una nube permanente de humo negro sobre ti. Supongo que podrías culparnos, pero ya pagamos el precio de nuestros errores.
Ayer di un paseo. Vi todo lo que probablemente estés viendo justo ahora. Estaba recordando la historia como te la escribo ahora. Estaba llorando y arrepintiéndome de todo lo que hicimos como si todo fuera mi culpa. Y, de una forma, lo era. Como un individuo, pude haber hecho más para evitar esto. Técnicamente, habría añadido cinco minutos más a la vida de la raza humana. No mucho cuando tienes toda tu vida esperando frente a ti. Más que suficiente cuando has llegado al final y tienes miedo de acercarte a la línea.
Ahora, piensa si cinco personas pensaran justo como yo. Veinticinco minutos. Quizás cien personas... quinientos minutos.
Ahora, imagina... cuánto tiempo nos quedaría si billones de personas decidieran hacer más para evitar esto.
Quizás son solo deseos tontos. No ha habido un momento en la historia en que la raza humana estuviera de acuerdo en algo.
Sinceramente espero que alguien esté leyendo esto. Estoy esperando desesperadamente que alguien siga viviendo ahí afuera. No me importa quién seas. ¡Demonios, no me importa qué seas! Solo necesitas saber que espero que a ti te importe.
Tengas lo que tengas, guárdalo como si el mundo se acabara mañana. Guárdalo justo ahora porque el mundo se está terminando. No se terminará en un día o dos. No se terminará en diez años. Morirás y el mundo aún seguirá terminándose. El mundo siempre ha estado terminando. Es un mundo malditamente grande y es por eso que nos fue dado tanto tiempo.
Así que disfrútalo, extraño. Si estás saludando a la muerte mientras gastas tus últimos minutos leyendo esto, al menos muere con una sonrisa en el rostro. Espero que hayas peleado con todo lo que tienes. Sé que yo lo hice. Sé que lo intenté. Y ahora puedo irme.
por Elena Martinez.
Lo he amado!!!
ResponderEliminarHa estado tan guay, es magnifico lo que escribiste!!! B.
Me alegra que te guste. Es divertido que digas guay xD Gracias por comentar! -S
ResponderEliminar