Translate

domingo, 23 de septiembre de 2012

Cambios Emocionales

Una de las peores cosas que conlleva la adolescencia es la enorme presencia de los cambios emocionales. Esos momentos en los que ríes al punto de la histeria por ninguna razón al parecer. Esos momentos en los que tus ojos arden y comienzas a llorar y te desespera no saber qué te hace sentir así. Podemos llegar a pensar que debe ser algo que pensamos en un segundo, pero la triste verdad es, que esta etapa está llena de momentos como estos. A continuación expongo algunos ejemplos de experiencia propia.

Hace un par de noches, miré hacia arriba y me convencí de que la luna se estaba moviendo a un ritmo increíblemente rápido. Iba acompañada por mi hermano menor, y me negué a entrar a mi casa hasta que él pudiera observar lo mismo que yo. Para sorpresa de nadie, no lo hizo. Él estaba seguro que lo que se movía rápidamente eran las nubes alrededor de la luna, creando un efecto extraño. Aunque mi mente sabía que él tenía razón, nunca admití tal cosa, decidiendo apegarme a mi absurda y obstinada hipótesis.

Por mencionar otros cuantos, mi día puede arruinarse si camino a casa y el sol es demasiado molesto; puedo pensar en la posibilidad de que alguien esté triste y comenzar a llorar en un instante; y puedo comenzar a reír por un chiste que no es gracioso al punto de terminar llorando porque llevo problemas encerrados que me he negado a expresar.

Tenemos las emociones al extremo, en la punta de los nervios, y cualquier estímulo que recibamos en cierta emoción, nos hace reaccionar como si no tuviéramos espacio para más
Por desgracia, estos cambios de humor están relacionados a las hormonas, así que los adolescentes con moral y algo de sentido común, no tenemos de otra más que ver nuestras emociones pasar frente a nuestros ojos. Sentir alegría, tristeza, molestia, pesar, euforia, todo, en el momento menos esperado. Saber que nuestros comportamientos son irracionales, ilógicos, sufribles, y completamente inevitables. Tener el conocimiento de que esto algún día acabará.

Tendremos la cabeza clara algún día. Podremos controlar lo que sentimos mucho mejor que ahora, y también podremos decidir qué sentir y qué dejar de sentir en la mayoría de los casos, con algunas enormes excepciones, como la tristeza y el amor.

¿Cuándo llegará ese día en que seamos maduros completamente? No existe un día, mes o año exactos. Depende de alguna fuerza interna que hace mandar a las hormonas que hemos tenido suficiente para toda una vida. Que es nuestro turno de tomar el volante y ser emocionalmente inteligentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario