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lunes, 29 de septiembre de 2014

Cambios

Algunas personas toman un blog como una forma de dar a conocer sus opiniones, algunas otras lo utilizan para esparcir noticias, entre muchas otras razones. Puede que la razón inicial de la creación de este blog fuera sacar los sentimientos a un espacio donde tuvieran menos peso, o quizás fuera otra razón, ahora no puedo recordarlo.
La parte importante reside en que, esas razones han cambiado.
He sacado este blog del fondo de las cosas que descontinúo, gracias al blog [cónyuge ilegítimo de este blog] The Kingdom, hermoso feto de la creación preparatoriana que muestra la parte divertida e infantil [y a veces ridícula] de la adolescencia. Sí, aunque suene increíble, la adolescencia no es solo problemas y dudas existenciales. Siempre olvidamos la parte de nosotros que ríe en una dosis diaria, la parte adolescente que muere de risa a la más simple provocación, la parte adolescente que no puede esperar a ir a la escuela porque ahí hay personas tan normales/buenas/malas/serias/raras/graciosas/dementes como uno mismo.
Cada historia tiene tres lados. El lado bueno, el lado malo y la verdad. Y todos esos lados pueden ser contados con una infinidad de detalles diferentes, dependiendo la persona, la situación, los sentimientos y la mentalidad.
Como sea, ese no era el punto.
Al volver a escribir en este blog, decidí volver a leer aquello que había dejado plasmado en entradas anteriores. No puedo creer la mitad de lo que leo, y la otra mitad, parece escrito por alguien más que no soy yo.
Tenía planeado borrar toda entrada sospechosa-incriminatoria-vergonzosa antes de volver a escribir... cuando recordé que escribir los sentimientos es mostrar quienes somos en realidad.
Cada palabra cursi, triste, de angustia, ridícula y rara que haya publicado es parte de mi esencia en diferentes momentos del tiempo.
Puede que aquello que pensaba hace meses, sea aquello que deteste pensar ahora. Puede que la persona que era hace meses deteste lo que ahora escribo... igual puede ser que la persona que soy ahora se esté burlando de las cosas que solía escribir.
Pero en fin, somos seres humanos. Somos entes cambiantes. No somos los mismos que ayer, y mañana habremos cambiado una vez más.